por Rocío Pedraz de Juan
Cuando una mujer está embarazada, es común que el bebé adopte una posición determinada en el útero. Sin embargo, en algunos casos, el bebé puede estar en una posición que no es la ideal para el parto, lo que puede generar complicaciones. Afortunadamente, existen técnicas efectivas para cambiar la posición del bebé y favorecer un parto más seguro y sin complicaciones. En este artículo, te hablaré sobre algunas de estas técnicas y cómo puedes implementarlas.
Técnicas para cambiar la posición del bebé en el útero
Gatear sobre una manta o esterilla
Una de las técnicas más sencillas y efectivas para cambiar la posición del bebé es gatear sobre una manta o esterilla. Este ejercicio ayuda a que el bebé se mueva y se coloque en una posición más favorable para el parto. Para realizarlo, simplemente coloca una manta o esterilla en el suelo y gatea sobre ella durante unos minutos al día. Puedes hacerlo en casa o en un espacio abierto, siempre y cuando te sientas cómoda y segura.
Practicar yoga adaptado al embarazo
El yoga adaptado al embarazo es una excelente opción para cambiar la posición del bebé. Esta práctica combina posturas suaves y ejercicios de respiración que ayudan a relajar el cuerpo y a mover al bebé en el útero. Algunas posturas recomendadas para favorecer el cambio de posición del bebé son el gato-vaca, la postura del perro boca abajo y la postura del puente. Estas posturas ayudan a estirar y fortalecer los músculos de la pelvis y a abrir el espacio para que el bebé pueda moverse libremente.
Ponerse a cuatro patas apoyando rodillas, pies y manos
Otra técnica efectiva para cambiar la posición del bebé es ponerse a cuatro patas apoyando rodillas, pies y manos. Esta posición ayuda a que el bebé se mueva hacia una posición más favorable para el parto. Puedes hacerlo en el suelo o en una superficie acolchada, y mantener esta posición durante unos minutos al día. Además de ayudar a cambiar la posición del bebé, esta postura también alivia la presión en la espalda y las caderas, lo que puede ser muy beneficioso durante el embarazo.
Realizar ejercicios en el agua y matronatación
Los ejercicios en el agua y la matronatación son excelentes opciones para cambiar la posición del bebé. El agua proporciona un ambiente relajante y de baja gravedad, lo que facilita el movimiento del bebé en el útero. Puedes realizar ejercicios suaves en el agua, como caminar o hacer movimientos de cadera, o incluso practicar la matronatación, que consiste en realizar ejercicios específicos en el agua para favorecer el cambio de posición del bebé. Consulta con un profesional de la salud antes de realizar cualquier ejercicio en el agua durante el embarazo.
Otras opciones para cambiar la posición del bebé
Moxibustión
La moxibustión es una técnica de la medicina tradicional china que consiste en aplicar calor en puntos específicos del cuerpo para estimular el flujo de energía y promover el cambio de posición del bebé. En el caso de cambiar la posición del bebé, se aplica calor en el punto de acupuntura ubicado en el dedo meñique del pie. Esta técnica puede ser realizada por un profesional de la medicina tradicional china o por un especialista en acupuntura.
Versión cefálica externa
La versión cefálica externa es un procedimiento médico en el que un profesional de la salud utiliza sus manos para girar al bebé en el útero y colocarlo en una posición más favorable para el parto. Este procedimiento se realiza en un hospital bajo supervisión médica y puede ser recomendado en casos en los que otras técnicas no han sido efectivas o en situaciones de riesgo para la madre o el bebé. Es importante tener en cuenta que la versión cefálica externa puede ser incómoda y puede generar cierto grado de malestar, por lo que es fundamental contar con el apoyo y la supervisión de un profesional de la salud.
Si tu bebé se encuentra en una posición que no es la ideal para el parto, existen técnicas efectivas que puedes implementar para cambiar su posición. Desde gatear sobre una manta o esterilla, practicar yoga adaptado al embarazo, ponerse a cuatro patas apoyando rodillas, pies y manos, realizar ejercicios en el agua y matronatación, hasta opciones más avanzadas como la moxibustión y la versión cefálica externa. Recuerda siempre consultar con un profesional de la salud antes de realizar cualquier técnica o procedimiento, y seguir sus recomendaciones para garantizar la seguridad tanto tuya como la de tu bebé.